Tus pensamientos son energía y determinan tu realidad actual, así lo afirma la Ley de Atracción. Por tanto, si tu objetivo es vivir en abundancia, tu punto de partida deberá ser tu pensamiento.
Conoce el ritual para atraer dinero que propone esta ley.
El ritual para atraer dinero de la Ley de Atracción
El ritual consiste en cinco pasos al alcance de todos nosotros:
Céntrate en la abundancia
Atraes aquello en lo que te enfocas, de acuerdo a la Ley de Atracción. Así que tiene sentido que debas centrarte en todo lo que ya tienes. ¿Cómo hacerlo fácilmente? Cada mañana o noche, regálate unos minutos para escribir todo aquello por lo que te sientes agradecido.
Transforma lo negativo en positivo
Todos tenemos un crítico interior que mina nuestra autoestima y nos aleja de nuestros objetivos, con frases como «nunca tendrás dinero» o «vivirás en la pobreza».
Cada vez que estas ideas asalten tu mente, transfórmalas en clave positiva y presente: «tengo dinero» o «vivo en la abundancia».
Recuerda tus valores
Para atraer dinero, es clave invertir tu dinero en proyectos que se encuentren en sintonía con tus valores. Es la única manera de gastar dinero y enriquecerte al mismo tiempo.
Si todavía no tienes claro cuáles son para ti los valores más importantes:
- Escribe las 5 experiencias más significativas de tu vida.
- Describe cada una de ellas con 5 palabras.
- Encuentra los puntos en común: estos son tus valores.
Sé honesto contigo mismo
Si realmente quieres vivir en abundancia, deberás reconocer tu realidad actual tal como es, con tus deudas incluidas. La riqueza es hija de la verdad.
¿Tu situación es muy precaria? No tengas miedo de pedir ayuda y de elaborar un plan de salida junto a tus afectos.
Sé más fuerte que tus miedos
Muchas personas se autosabotean porque, bien en el fondo, tienen miedo de la abundancia.
- Escribe todos los miedos que te despierta la abundancia: «Tengo miedo de que me usen por mi dinero».
- Por cada miedo, encuentra su origen: «Eso le sucedió a mi padre».
- Y cuál sería una posible solución: «Confiaré en mi capacidad de discernir la lealtad de la falsedad sin importar cuánto dinero tenga».