La leyenda de la Llorona es una de las historias de terror más características de México. Tiene casi tantas variantes como ciudades mexicanas, pero siempre mantiene su esencia: el espíritu de una mujer llora y vaga por sus hijos.
Ahora bien, ¿cuál es la historia original?
El nacimiento de la Llorona: la madre que quiso prevenir la masacre
Se cree que la leyenda de la Llorona nació diez años antes de la llegada de los conquistadores a América. El evangelizador español Fray Diego Durán lo confirma en sus escritos; en ellos, relata la preocupación del emperador azteca Moctezuma II por sueños que presagiaban el final de su reinado.
Esta preocupación se agudizó cuando supo que paseantes habían visto a una mujer llorando y gimiendo por las noches. Así que el emperador les pidió a los paseantes que le preguntaran a la mujer el porqué de su aflicción.
La respuesta vino de la pluma de el misionero franciscano Fray Bernardino de Sahagún. Según cuenta, los indígenas le aseguraban que la mujer gritaba: «¡Hijitos míos, ya tenemos que irnos lejos!» o «¡Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?», en alusión a sus intentos de salvar a los nativos de la masacre que se avecinaba en manos de los españoles.
Después de la conquista, esta historia mutó: la Llorona pasó a ser una indígena que había tenido tres hijos con un español. A pesar de ellos, él se casó con una mujer de la alta sociedad. Como venganza, la madre despechada mató a sus hijos y enloqueció.